La Iglesia de San Pedro de Berdoias te espera en Berdoias (Vimianzo, Terra de Soneira, Costa da Morte) con ese encanto sereno de los templos gallegos que han visto pasar siglos. En su interior y en su fachada conviven historia, devoción y oficio de cantería: un lugar perfecto para quienes disfrutan del patrimonio y de las pequeñas joyas escondidas en el rural coruñés.
Su historia comienza en Grixoa, donde estuvo la iglesia primitiva. A comienzos del siglo XVII, el fidalgo Alonso de Lema II y su esposa Maior Franqueira deciden trasladarla a su ubicación actual y costean las obras de la capilla mayor en 1617. Ese gesto quedó para siempre en piedra: en la clave central de la bóveda aparece el anagrama de Alonso de Lema II, y también se recuerda en una inscripción del muro exterior.
La planta responde a una nave tipo salón que se abre hacia la capilla mayor cuadrada mediante un arco campanel sobre pilares. La capilla luce una bóveda de crucería nervada y estrellada con cinco claves, una filigrana de cantería que ilumina la historia del templo y que conecta con la estética de la Edad Moderna (siglos XVI–XVIII).
La fachada, levantada a mediados del siglo XIX, concentra el protagonismo: un campanario central de dos cuerpos, esbelto y de tipología barroca, coronado por tambor octogonal y linterna. Sobre la puerta, un nicho acoge la escultura de San Pedro con las llaves del cielo, recordando al visitante que esta sigue siendo la casa del patrón y el corazón de la parroquia.










