Un dolmen en medio del prado
Pedra Moura es el nombre evocador de un megalito en apariencia pequeño y modesto, pero que muestra de forma clara los elementos más característicos de los dólmenes de A Costa da Morte. Una cámara, un corredor orientado al este y un túmulo de tierra de unos quince metros de diámetro todavía perfectamente visible. Originalmente, este túmulo debió ser aún más monumental, ya que contaba con una coraza de piedras que lo cubría y que fue alterada en parte en 1989.
El monumento presenta restos de pintura prehistórica roja y negra sobre un revoco blanco en al menos cinco de las losas de la cámara y el corredor. Los pigmentos están bastante mal conservados, pero se han podido extraer muestras para identificar su composición y la pintura negra, al ser de origen orgánico (carbón vegetal), pudo usarse para realizar dataciones mediante carbono 14.
Muestras similares de pintura negra fueron recogidas por el profesor Fernando Carrera a finales de la década de 1990 en Pedra Cuberta, Pedra da Lebre, Dombate y otras. Los resultados en general resultaron muy homogéneos y para el caso concreto de Pedra Moura aportaron una fecha aproximada entre 3960 y 3640 a. C. Esto parece indicar que gran parte de los grandes dólmenes de corredor de A Costa da Morte debieron construirse a principios del IV milenio a.C.
Recientemente también se ha descubierto que la tapa de Pedra Moura tiene una ligera forma antropomorfa, al igual que Arca da Piosa (Zas), Pedra da Arca (Vimianzo) y Dombate (Cabana de Bergantiños).