El Monte da Peneda en A Ameixenda (Cee) es uno de los rincones más impactantes y simbólicos de la Costa da Morte. Este monte, caracterizado por sus enormes formaciones de granito con formas que recuerdan figuras humanas y animales, no solo destaca por su belleza natural, sino también por su valor histórico, cultural y paisajístico.
Durante la Guerra Civil, algunas personas utilizaron las oquedades de estas rocas como refugio, especialmente en la zona conocida como A Devesa do Rei, un paraje resguardado del viento sur con vistas espectaculares a la ría de Corcubión. Además, en las inmediaciones del Prado do Castro y Caneliñas se han identificado recientemente petroglifos y grabados rupestres, que refuerzan el valor arqueológico del lugar.
Desde lo alto del Monte da Peneda, la vista se abre al Cabo Fisterra, el Monte Pindo, las Islas Lobeiras y los Carrumeiros, creando un paisaje inolvidable. Al atardecer, este lugar ofrece uno de los mejores espectáculos naturales de la Costa da Morte. Ideal para pasear, desconectar o simplemente dejarse llevar por la magia del entorno.