Hay verdades que no pueden ser reveladas, más que la condición de que sean descubiertas, dice Nawal, la protagonista de una de las obras que conforman este FIOT (Incendios, Wajdi Mouawad).
En el teatro encontramos un valioso aliado para el descubrimiento de la condición humana porque ponen de manifiesto el real y a la vez, sus contradicciones, provoca la emoción y los inspiran para soñar y mismo para actuar. El teatro es un arma poderoso que, sin ser la realidad, la explica desde lo verosímil de una ficción y busca la complicidad de los espectadores para recomponerla. En esta edición ponemos el énfasis en estas calidades de la realidad y de el teatro. Aunque se en los presente con contundencia, el mundo es distinto a lo que parece. Nada es lo que parece. En la escena resalta la dualidad o el carácter poliédrico de la realidad, donde se desdebuxan los límites y se mezclan los contrarios amor y odio, esperanza y desesperación, miedo y valentía, angustia y felicidad, y se confunden víctimas y verdugos, héroes y cobardes.