El sábado 21 de Abril en Camelle comienza el I Camino de los Faros Infantil, en el que un pequeño grupo de niños de 6 a 12 años acompañados de suyos padres y madres harán con nosotros un trozo del Camino de los Faros lleno de magia y aventuras. Este proyecto es una evolución del de Traski en Primaria que se está aplicando en varios colegios con muy buenos resultados.
- Horario de la actividad: De 17:00 a 20:00 horas (quedada a las 16:30 horas en la Playa de Camelle)
- Recorrido: Playa de Camelle – Punta da Cruz da Rosa – Playa de Camelle. Ida por pista, vuelta por costa.
- Distancia: 6 kilómetros
- Número máximo de niños: 25 (acompañados siempre de 1 adulto que se responsabilizará en todo momento del niño)
- Edades Niños: De 6 a 12 años. Tras inscripción, se dividirán en 2 grupos (hasta 8 años: pistas azules; de 8 a 12 años: pistas verdes)
- Temática de las pistas: Traski, Mano, fantasía y historia del tramo.
- Imprescindible para niños y adultos: Calzado que agarre tanto al suelo como el tobillo, ya que vamos a caminar sobre piedras de granito, el mejor son botas de senderismo. Podemos no dejar participar a alguien por no tener el calzado adecuado.
“Dime e esquézoo. Ensíname e lémbroo. Involúcrame e apréndoo.” Así se refería Benjamín Franklin al proceso de enseñanza-aprendizaje.
El objetivo de la actividad no dista nada del que el autor pretendía con su famosa frase. Queremos que los niños perciban su realidad cotidiana, que conozcan la historia de su tierra, que sientan suyo cada rincón, en este caso, de este tramo de la Costa da Morte. La exposición de datos de forma oral y el visionado en pantalla de imágenes son un buen apoyo para cualquier tarea que implique aprender, pero vivirlo in situ y en directo, a través de la magia de su naturaleza pétrea, forestal y brava y de la fantasía guiada por el duende Traski, hacen de este tipo de experiencias un buen método de adquisición de geografía, sociedad y cultura del lugar.
Además de los conocimientos académicos de los que los niños se empapan, aprenden a disfrutar de su entorno observando detalles, matices, situaciones en los que hasta ahora quizás no repararían.
El hecho de hacerlo a través de la fantasía y con un objetivo colectivo les acerca capacidad de trabajo en equipo y habilidades sociales para relacionarse con los demás iguales. No solo ganan nuevas amistades y aprenden a disfrutar de ellas, también ganan cercanía con sus familias, al ser los padres un apoyo necesario en la resolución de las pruebas. No solo los niños salen ganando con la actividad. Los adultos aprenden a sacar fuera ese niño que suele estar escondido en algún lugar y que en la vida diaria no suele salir. Conocen más a sus hijos al participar activamente con ellos. Interaccionan con otros niños y adultos.