La Costa da Morte siempre ha vivido mirando al mar. Durante siglos fue escenario de historias épicas, de pesca, de naufragios… y también de ballenas. Porque las ballenas siempre estuvieron aquí: así lo recuerdan topónimos marinos y leyendas, como el mítico Bajo de las Ballenas en Reira (Camariñas), llamado así por el parecido de esas rocas con los gigantes marinos cuando baja la marea.
Donde antes existían factorías balleneras como la de Caneliñas en Cee, hoy se respira un aire nuevo: el de admirar a estos animales en libertad, celebrando cada salto como un milagro que nos conecta con la naturaleza más salvaje.
En este cambio de mirada juega un papel esencial la ciencia y la divulgación. María Becerra Rodríguez, bióloga marina que acompaña las salidas organizadas por Buceo Finisterre, forma parte de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (CEMMA), una ONG gallega fundada en 1992 y dedicada al estudio y divulgación de los mamíferos y tortugas marinas de Galicia. A través de la investigación, la participación en proyectos estatales e internacionales y su labor divulgativa mediante exposiciones, conferencias y cursos, la CEMMA se ha convertido en un referente en el ámbito marino.
Desde 1999, gracias a convenios con la Dirección Xeral de Patrimonio Natural de la Xunta de Galicia, la CEMMA es la institución responsable de la asistencia a varamientos en la costa gallega, la recuperación de animales heridos, la gestión del banco de muestras y la redacción de planes de conservación de las especies más amenazadas. Una labor que María contribuye a reforzar con su trabajo, aportando ciencia y pasión en cada salida para observar a las ballenas en la Costa da Morte.
Entrevista con María Becerra Rodríguez, bióloga marina que supervisa las salidas para avistar ballenas en Fisterra
1. ¿Cómo nació tu vocación por el mundo marino y los cetáceos?
Mi amor por los animales nació desde bien pequeña, por lo que gran parte de mi vida la pasé diciendo que quería ser veterinaria. Sin embargo, por cosas del destino, no pude entrar en la carrera y fue cuando decidí darle una oportunidad a la Biología.
En cuanto a los cetáceos, siempre me despertaron curiosidad. De niña me gustaba ir a las rocas de Caión para intentar ver a los delfines mulares, la mayoría de las veces sin mucho éxito. Pero el momento exacto en el que decidí enfocarme en este campo fue en segundo de carrera.
Un día, yendo a clase, vi que habían colgado un cartel anunciando una conferencia dedicada a los mamíferos marinos. El ponente era Anxo Cao, un biólogo que, tras trabajar con la CEMMA, marchó a las Azores para especializarse en este mundo. Fue a raíz de ese día cuando empecé a interesarme por los cetáceos y la biología marina. Busqué información sobre la CEMMA, contacté con Alfredo e hicimos un convenio con la Universidad para que pudiera desarrollar las prácticas externas de la carrera con ellos. Al verano siguiente ya comencé a hacer los embarques participativos de la CEMMA en colaboración con Buceo Finisterre y desde ahí, hasta hoy.
2. ¿Qué significa para ti trabajar en Fisterra, en una zona con un pasado ballenero tan marcado?
Me siento una privilegiada. Es un lujo presenciar en primera persona este paso de la caza a la admiración. Mucha gente desconoce toda la historia de la industria ballenera en Galicia. Es más, la mayoría de las personas que vienen a los embarques nos confiesan que ignoraban la existencia de ballenas en nuestras costas. Muchas de ellas han viajado a países como Noruega, Chile o Argentina para intentar ver lo que tenemos aquí al lado.
Poder contribuir a divulgar sobre nuestro entorno, la importancia de conservarlo y ver que la gente disfruta y agradece tu trabajo, es una manera de comprobar que estamos haciendo algo bien. La historia ya nos demostró la riqueza y el potencial de nuestro mar, ahora el reto es nuestro: conservar lo que tenemos y no volver a repetir el pasado.
3. ¿Qué especies se pueden avistar en las salidas de Buceo Finisterre?
En las aguas gallegas habitan 22 especies de cetáceos, divididas en dos grandes grupos: los odontocetos (cetáceos con dientes) y los misticetos (cetáceos con barbas, conocidos comúnmente como ballenas). Algunas especies son residentes y otras estacionales.
Entre los odontocetos, los más frecuentes en nuestras salidas son los delfines comunes (Delphinus delphis) y los arroaces (Tursiops truncatus), aunque también se suelen ver calderones (Globicephala melas), delfines grises (Grampus griseus) y, con mucha suerte, orcas (Orcinus orca).
En cuanto a los misticetos, en los últimos años han ganado protagonismo los avistamientos de ballenas. Tanto los rorcuales comunes (Balaenoptera physalus) como las ballenas azules (Balaenoptera musculus) suelen dejarse ver en Fisterra durante la época estival, cuando realizan sus migraciones, a menudo compartiendo zonas de alimentación.
Además, estas salidas permiten observar también otros seres como las famosas carabelas portuguesas (Physalia physalis) y numerosas aves marinas como alcatraces, pardelas, charranes, paíños o incluso gaviotas de Sabine.
4. ¿Qué papel juega Buceo Finisterre en estas experiencias?
Buceo Finisterre supone una oportunidad para que todas aquellas personas interesadas en los cetáceos puedan disfrutar de un avistamiento respetuoso en su medio natural. Estas salidas combinan ciencia —monitorizando las poblaciones y divulgando sobre su conservación— con diversión y turismo responsable.
Además, salir al mar en la Costa da Morte requiere seguridad. En este sentido, Buceo Finisterre cuenta con profesionales expertos en las aguas y corrientes de la zona, lo que hace de estas salidas una experiencia única, segura y responsable.
5. ¿Qué recomendaciones darías a quien quiera vivir un avistamiento por primera vez?
Lo primero es venir con ganas de disfrutar de la naturaleza y dejar que nos sorprenda. Cada salida es única e irrepetible: nunca hay dos avistamientos iguales. Desde los curiosos delfines comunes que juegan en la proa hasta las imponentes ballenas con sus soplos, cada momento queda grabado en la memoria.
Recomiendo además llevar biodramina para quienes lo necesiten, ropa de abrigo, protector solar… y estar preparado para emociones fuertes.
6. ¿Cómo ves el futuro de los avistamientos de ballenas en la Costa da Morte?
Considero que siempre que se realice de forma respetuosa con el medio, tiene un futuro prometedor y muy positivo, contribuyendo a la sensibilización ambiental: disfrutar sin dañar.
Me gusta recordar una frase de Jacques-Yves Cousteau: “La gente protege lo que ama, y solo se puede amar lo que se conoce”. Esa es nuestra misión: dar a conocer a los cetáceos para que se valoren y se conserven. Solo así podremos seguir disfrutándolos muchos años más.