Al llegar a la Iglesia de Santo Estevo de Buño (Malpica de Bergantiños, Costa da Morte), te recibe una amplia escalinata que conduce al adro y a un templo de pequeñas proporciones con mucha personalidad. Los muros de piedra de cachotería abrazan el conjunto, mientras que la fachada principal en cantería de corte irregular aporta ese carácter artesanal tan propio de Galicia. Estamos ante una construcción de la Edad Moderna (siglos XVI–XVIII) que conserva el sabor de la arquitectura popular religiosa.
La planta muestra una nave principal con capillas adosadas a ambos lados y un pequeño soportal lateral que protege un acceso secundario. La cubierta combina soluciones tradicionales: a dos aguas en la nave y a tres y cuatro aguas en las capillas, todas rematadas con teja curva del país, lo que refuerza su silueta sobria y elegante sobre el paisaje de Buño.
La fachada se organiza con una puerta de entrada coronada por un nicho barroco que guarda una sencilla escultura de Santo Estevo con una vieira. Sobre ella, una ventana rectangular da paso a la espadana de dos huecos con arcos de medio punto, cornisa y cuerpo superior rematado en pináculos con bola. En el interior, las paredes revocadas y encaladas crean una atmósfera luminosa que contrasta con los vanos y arcos de cantería, realzando cada detalle de la piedra.
 
								











 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								