La gastronomía de la Costa da Morte va más allá de los límites del mar. Y es que la tradición y la calidad son dos elementos que siempre están asociados a la Costa da Morte, como es a través de su ganadería en la que se conservan hábitos en la alimentación del ganado que repercuten de forma directa en el producto final y su calidad elevándola a las cuotas más altas. Ejemplos de ello son platos como el cocido, el lacón con grelos o los callos. También en la agricultura en la que se mantienen métodos tradicionales de simiente y cuidado que dan lugar a elementos como el pan cuya fama y tradición alcanzan su máximo nivel en zonas como la de Carballo, las legumbres y hortalizas a través del haba de la zona de Bergantiños o los tubérculos a través de la patata de Coristanco considerada como la mejor de Europa.
Con esta variedad de productos y su calidad la creación de fiestas gastronómicas era inevitable y así surgen fechas como la fiesta do Raxo en Brántuas, Ponteceso (primer sábado de Junio), la de la cereza en Paiosaco, A Laracha (primer domingo de Julio), la de la patata en Coristanco (tercer domingo de Septiembre), la de la fabada en Paiosaco, A Laracha (cuarto domingo de Octubre) o la Fagía de Carnés una fiesta centenaria dedicada a los callos (9 de Julio).