La Costa da Morte, situada en el noroeste de Galicia, es conocida por su belleza natural, pero también por su rica herencia histórica y arqueológica. Este rincón de la geografía gallega está salpicado de vestigios que narran la vida de nuestros antepasados.
Aunque la humedad sumada a la acidez del suelo no han permitido la conservación de restos óseos por mucho tiempo, a día de hoy conservamos restos arqueológicos abundantes desde comienzos del IV milenio a.C., con los primeros dólmenes. También hay gran presencia de castros y petroglifos.
En este artículo te hablaremos un poco de la cultura prehistórica de la zona y te llevaremos por alguno de los castros y monumentos prehistóricos mejor conservados de Costa da Morte.

Castros de Costa da Morte
Estos poblados fortificados pretendían proteger un territorio que para sus habitantes tenía un interés agrícola, ganadero o minero. En Costa da Morte existen múltiples castros a lo largo de todo el territorio.
Los hay en cumbres de montes que facilitan su defensa, como el monte Aro (Mazaricos), castro de Xansón (Moraime, Muxía), monte Croado (Carnés, Vimianzo), castro de Lume de Suso (Castro, Coristanco) o Coto do Castro (Artes, Carballo).
Otros se encuentran en laderas o tierras llanas, como el de Mintiráns (Caberta, Muxía), el de As Barreiras (Vimianzo), el de Nemeño (Ponteceso) o el de Cances (Carballo). La gran mayoría se localiza en colinas, como el de Mallou (Carnota), el de A Rega (Camariñas), el de A Croa do Castro (Cerqueda, Malpica) el de Oca (Coristanco) o el de Montes Claros (Vilaño, A Laracha).
Por último, están todos ubicados en la costa, que aprovechan los acantilados como defensa natural, como ocurre en el castro de Punta Galeana (Vilanova, Malpica), Merexo (Ozón, Muxía) o el del islote de O Castelo o Herboso (Touriñán, Muxía).
Castro de Borneiro, Cabana de Bergantiños
Este castro es uno uno de los yacimientos mejor conservados de Galicia. Descubierto en 1924, con una ocupación que data del siglo IV a.C. Destacan las viviendas circulares construidas con piedra, los muros defensivos y una fuente que abastecía de agua al asentamiento.
Hay también una zona denominada Barrio Extramuros, en la que se encuentran algunas construcciones, entre ellas un horno que se pudo utilizar para la fundición de metales. Se encontraron restos de objetos de bronce: fíbulas, sortijas, aguajas o bolas y también de hierro.
El Castro de Borneiro es de acceso libre y cuenta con paneles informativos que explican su historia y los hallazgos arqueológicos. Está rodeado de un entorno natural que invita a explorar, ideal para quienes buscan combinar historia y naturaleza.

Dolmen de Dombate, Cabana de Bergantiños
Considerado la «catedral del megalitismo gallego», este dolmen es uno de los más importantes de Galicia. Situado también en Cabana de Bergantiños, se calcula que fue construido hace más de 4.000 años, en el Neolítico. Destacan sus pinturas interiores, que han sido replicadas en una estructura protectora construida para conservar el monumento original.
El Dolmen de Dombate cuenta con un centro de interpretación donde los visitantes pueden aprender sobre su historia y su contexto arqueológico. Además, hay visitas guiadas para quienes deseen profundizar en los detalles.

Otros dólmenes en el territorio
El dolmen de Dombate es uno de los mejor conservados, pero en Costa da Morte hay catalogados más de 600 yacimientos megalíticos entre mámoas y dólmenes.
Algunos de ellos son Pedra da Arca (Cerqueda, Malpica de Bergantiños), Pedra da Arca o Casa dos Mouros (Baíñas, Vimianzo), Pedra Cuberta (Treos, Vimianzo).
En el Concello de Vimianzo existe la Ruta de los Dólmenes. Se puede hacer en coche en unas tres horas y media y recorre nueve de estas joyas.

Otros monumentos prehistóricos
Más adelante, los enterramientos colectivos fueron sustituidos por estructuras más pequeñas denominadas cistas, de enterramiento individual, como la que se descubrió en Taraio (Cerqueda, Malpica), actualmente en el Museo Arqueológico e Histórico de O Castelo de Santo Antón de A Coruña.
Además de los dólmenes y cistas, también se incluyen en este período megalítico otras construcciones, como los menhires. En el ayuntamiento de A Laracha se conserva el menhir del Marco da Anta, en la parroquia de Erboedo, que alcanza una altura de 2,05 m y su base mide unos 74 cm de circunferencia.
Visitar los castros y dólmenes de Costa da Morte es más que una simple excursión: es un viaje en el tiempo que permite comprender mejor las raíces culturales de Galicia. Además de ser un privilegio poder encontrarse lugares como estos conservados y dejarse guiar escuchando la historia de quienes aquí habitaron hace tantos miles de años.
Si decides visitar alguno de estos monumentos prehistóricos y subes fotos a Instagram, etiquétanos en la cuenta @visitacostadamorte donde también te puedes dejar inspirar por quienes ya han sentido la magia de este espacio antes.