En el lugar de A Grixa, en la parroquia de San Cibrán de Vilastose, encontramos uno de los conjuntos religiosos más singulares del Ayuntamiento de Muxía y del Camino de Fisterra y Muxía. Esta pequeña aldea de la Costa da Morte conserva la iglesia parroquial, un campanario barroco exento, la capilla de la Virgen del Rosario, un hórreo tradicional y el crucero que preside el atrio, componiendo una estampa rural que enamora a quienes recorren estas etapas jacobeas hacia el “fin del mundo”.
Iglesia parroquial de San Cibrán de Vilastose
La iglesia parroquial de San Cibrán de Vilastose es un elegante ejemplo de barroco rural gallego, rodeada por el cementerio parroquial y situada al lado del Camino. Destaca la gran ventana circular que preside la fachada principal, un auténtico “ojo” de piedra que ilumina el interior y que se ha convertido en un icono para las personas peregrinas que llegan desde Dumbría en dirección a Muxía. En el interior se conservan elementos de interés como el fresco del martirio de San Ciprián en la sacristía, que recuerda la larga tradición de fe de esta comunidad marinera y agrícola.
Campanario exento
Uno de los rasgos más llamativos de este conjunto arquitectónico religioso de Vilastose es su campanario exento, levantado en un pequeño alto frente a la iglesia. Se trata de una espadaña barroca separada del templo, a la que se accede por una escalinata de piedra desde la que se domina todo el valle y se escucha el eco de las campanadas, auténtica seña de identidad de la parroquia. Las campanas de San Cibrán de Vilastose marcan desde hace siglos bautizos, fiestas, funerales y llamadas a misa, y siguen siendo protagonistas en la puesta en valor de los campanarios rurales de la Costa da Morte.
Cruceiro de Vilastose
Completando el conjunto, el Cruceiro de Vilastose levanta su cruz de granito junto a la iglesia, el hórreo y la capilla del Rosario, creando una escena muy fotogénica para quienes visitan Muxía. La base cuadrangular con tres gradas y mesa, el pedestal y el fuste sobre peana sostienen un capitel ricamente decorado, rematado por una cruz con imágenes en ambas caras: la Virgen y Cristo crucificado, símbolos de protección para las casas y los caminos de esta parroquia de la Costa da Morte y parada obligada para quienes exploran el territorio a través del mapa interactivo.

















