- Recorrido: Lineal
- Punto de partida/llegada: Puerto de Fisterra
- Longitud: 4.00 km (ida)
- Duración aproximada (ida y vuelta): 2 horas
- Dificultad: Media
El Faro de Fisterra, el fin del mundo, es el punto final de muchas rutas y peregrinaciones. Esta ruta tiene como destino uno de los lugares más emblemáticos de A Costa da Morte y de Galicia. Es una ruta corta, pero hay que tener en cuenta los tramos de pronunciada subida desde el momento que salimos de Fisterra hasta la cima del monte.
Parte del puerto bordeando la línea de costa en dirección al Castillo de San Carlos, fortificación del s. XVIII, continuando después hasta la Iglesia de Santa María das Areas.
Después de visitar dicha iglesia, comienza la subida al Monte San Guillermo, cogiendo una desviación a mano derecha, a unos 100 m. de la iglesia. Sigue la subida por caminos forestales, donde los principales desvíos están señalizados. Llegamos al Monte San Guillermo, desde el que se divisa una de las vistas panorámicas más hermosas de la Villa de Fisterra y de sus mares. En este lugar se cuenta que estuvo emplazado el Ara Solis, un templo prerromano con un marcado y profundo culto al Sol. Estamos en uno de los puntos más emblemáticos del Camino de Santiago.
Continuamos el ascenso hasta encontrar la pista asfaltada que sube al Monte Facho. Al final de esta pista se continúa por otra de tierra que nos lleva a las Piedras Santas, donde podemos observar otra espectacular panorámica de Fisterra y su istmo.
Cuando comenzamos la bajada nos iremos acercando paulatinamente al Faro y al punto final de nuestra ruta. En este lugar podemos recrearnos con su espectacular puesta de sol y contagiarnos del bullicio de los muchos peregrinos y excursiones que abarrotan las inmediaciones del faro y los acantilados próximos. En este punto también podemos encontrar a los caminantes que culminan el Camino de los Faros, en la última etapa de la playa de Nemiña.
La forma de regresar más rápida es descender por la ladera de la pista que conecta Fisterra con el Faro donde podemos utilizar el sendero peatonal que separa a los caminantes de los coches y permite realizar el paseo de forma segura.
Podemos completar la jornada en Fisterra disfrutando de la gastronomía donde destaca el marisco e incluso realizar un recorrido en uno de los barcos turísticos que salen del puerto.
Otra propuesta es disfrutar de una sesión de playa en el cercano arenal de Langosteira donde podremos observar el paso de los peregrinos tranquilamente instalados en la arena.
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