Una pequeña morada para los mouros
A Fornela dos Mouros es uno de los dólmenes más singulares de A Costa da Morte. No tiene mámoa (túmulo de tierra), ni corredor y su cámara presenta una peculiar forma de caseta muy sencilla formada por tres losas verticales de piedra y una cuarta que hace la función de tejado. Estas características son muy similares a otro de los megalitos importantes de este territorio, la Casota de Freáns (Vimianzo).
Su tamaño «reducido» también es inusual, al menos en relación con otros megalitos, con solo 1,35 metros de alto y 2,70 metros de ancho. Esta circunstancia, junto con el hecho de que se encuentra en un terreno muy pedregoso, no apto para enterramientos, hizo pensar a algunos investigadores que podría no tratarse de un dolmen.
En cualquier caso, su forma sencilla recuerda a las cistas megalíticas, posteriores a los clásicos dólmenes de cámara y corredor, generalmente datadas en el segundo milenio a. C, a inicios de la Edad del Bronce. Estos monumentos habrían funcionado como enterramientos individuales y por lo general carecían de la monumentalidad de los grandes dólmenes de corredor.