El granito del Monte Pindo se formó en el interior de la Tierra, a unos 20 kilómetros de profundidad, hace unos 305 millones de años, quedando expuesto en la superficie aproximadamente hace 200 millones de años, cuando Galicia formaba parte del mega continente de Pangea.
En la cima existen numerosas pías y formas antropomorfas, como el Gigante de la Mina, en Chan de Lourenzo, donde antiguamente existió una explotación de wolframio. La presencia de estas numerosas figuras, formadas por la erosión, hizo que muchos comenzaran a bautizar esta zona como el “Olimpo de los celtas”. El propio Instituto Geológico y Minero de España, tras declarar esta zona como Lugar de Interés Geológico, lo define como un “auténtico museo al aire libre” dada la gran variedad de formas que oculta.